El juguete es el material de juego por excelencia y tiene el propósito de ser empleado para jugar, por lo que se convierte en el recurso fundamental para esta tarea.
Además, hay una relación directa entre el nivel de desarrollo del niño o niña, el nivel de complejidad del juguete y los elementos de juego que más le atraen o gustan; de ahí la importancia de hacer una buena selección.
El juego en la infancia es imprescindible para un desarrollo íntegro, sano y feliz y también se asocia al aprendizaje, pues desde la experiencia lúdica, los niños y niñas descubren y desarrollan las estrategias que van necesitando para enriquecer y
reorganizar su conocimiento.
Antes de elegir el juguete, es necesario tener en cuenta las cualidades esenciales que debe presentar cualquier elemento de juego:
- Ser sólido, seguro, duradero y versátil
- Sencillo y de fácil manejo
- Apropiado al momento evolutivo, de
desarrollo y necesidades de los pequeños/as - No debe reproducir ni fomentar ningún
estereotipo ni discriminación de cualquier tipo - Favorecedor del desarrollo y
perfeccionamiento de habilidades - Que posibilite el descubrimiento, la
exploración, la creatividad y la socialización, promoviendo la participación e
interacción con los demás.
Estas son algunas de las premisas que cualquier juguete debería tener, independientemente de la edad de nuestro niño o niña. Eso sí, la edad es otro condicionante más a la hora de elegir un buen juguete y en Shopmami tenemos una inmejorable selección de ellos y para todas las edades, tal y como os mostramos a continuación:
0-1 año: los bebés necesitan juguetes y elementos que les ayuden a descubrir y experimentar con su cuerpo y con el entorno (texturas, formas, colores…), por lo que algunos de los elementos de juego que podemos escoger son sonajeros, móviles colgantes para la cuna, mordedores, pelotas blandas, elementos sonoros y/o con música, espejos, andadores…
1-2 años: en estas edades su autonomía en el desplazamiento se hace destacable, de modo que al caminar sus manos quedan libres y pueden conquistar todo el espacio. Además, ya aparecen sus primeras palabras e ¡incluso frases cortas! lo que hace que su curiosidad y aprendizaje se incrementen notablemente y sus preferencias en los juguetes y juegos cambien. Siguen manifestando atracción por las actividades y juguetes sensoriales, pero necesitan poner a prueba sus actividades motrices, sobre todo con elementos que puedan arrastrar, empujar o mover (como trenes, coches, carritos, triciclos…). También muestran mucho interés por los juegos de construcción (bloques, piezas para encajar…) y de estimulación y creatividad (lápices, ceras de colores, pinturas de dedos…).
2-3 años: suelen sorprendernos haciendo imitaciones de situaciones de la vida diaria o incluso de nosotros, es decir, aparece el conocido “juego simbólico” y social, siendo los garajes, cocinitas, casitas, carritos de bebés, etc., sus nuevos juguetes y juegos favoritos. No obstante, sigue destacando su gusto por las actividades que requieren del movimiento, como las bicicletas, aros, colchonetas, túneles…; las actividades de expresión, como instrumentos o disfraces; de manipulación y creatividad con todo tipo de pinturas y soportes; juegos de mesa, como los puzles o encajables…
3-6 años: sus preferencias siguen siendo muy similares a las de la etapa anterior, pero los juguetes son de mayor complejidad. Además, aparece su gusto por lo juegos con normas.
Cada niño y niña es un ser único y con unos gustos que pueden no coincidir con el de sus iguales, de modo que no hay unas pautas para la elección del juguete más acertado fijas e inamovibles. Lo que si es cierto, es que siempre tenemos que escuchar a nuestros reyes y reinas de la casa y considerar sus gustos y preferencias.